Los trabajadores de los puestos que el pasado jueves, fueron totalmente consumidos por el fuego, están sufriendo cada vez mas, las dificultades económicas del día a día.
Muchos de ellos ya tuvieron problemas de salud, y esta semana la madre de tres puesteras falleció.
«La situación es compleja», indicó Juan Toledo, vocero de los trabajadores. Por el momento y mientras tanto se le designe un lugar temporal para iniciar la actividad comercial, los puesteros «hacen el aguante». Permanecen en el predio, haciendo tortas parrilla y fritas, además de realizar una olla popular para alimentar a las familias de los 109 puestos incendiados.
Toledo graficó que, “algunos empezaron a vender torta parrilla, vendimos todo, ni un cartelito hizo falta poner ayer, la gente es muy solidaria, nos trajeron yerba, dejaron de tomar mate y nos trajeron a nosotros, un señor en bici nos trajo fideos, madera, un señor nos trajo mandarinas para los chicos”.
Y aunque siguen cocinando para las familias, agregó: “no es solo el tema de la comida del día a día sino que también se vencen los impuestos, las cuentas y necesitamos pagar” destacó. «Yo sufrí un infarto hace 4 años, y todos los días estoy medicado y a veces lo siento. La verdad… se nos van cayendo los soldados pero tratamos de darnos fuerza entre todos».
Como medio desde CNU nos solidarizamos con los trabajadores, haciendo llegar la situación a cada lector, apelando a la solidaridad de los mismos.