Es cierto que estas declaraciones no lo dejan muy bien parado a Tol. Pero Khim está convencida de que hace 5 meses su hombre volvió a ella a través del cuerpo del novillo. Por eso, le da al animal los mismos cuidados y atenciones que recibía el difunto.
Tanto Kihm como su marido reencarnado en el becerro viven juntos en su casa del noroeste de Kratie, en Camboya, y ella además lo lava, lo alimenta y se acuestan juntos en la misma cama.
Uno de los hijos contó a los medios: “Como es mi padre, intento no alejarme mucho de la casa por si le pasa algo”. Si realmente es él o no, es una cuestión de creer o reventar.