Un menor de 13 años se ahogó y su hermano pudo ser rescatado. Ambos se tiraron a nadar a las traicioneras aguas del arroyo Ceibo ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Monte Caseros. Es una zona plagada de “pozos”. Habían llegado junto a miembros de una iglesia evangélica a pasar el día, cuando se encontraron con la desgracia.
Todo ocurrió al mediodía, cuando Alejandra y sus dos hijos -de 13 y 17 años- llegaron hasta la zona de costa del arroyo Ceibo junto a un grupo perteneciente a una iglesia evangélica de la ciudad de Monte Caseros. Habían organizado pasar el día allí y bañarse para mitigar el calor.
Cerca de las 12, los hijos de la mujer decidieron ingresar a una zona conocida como “El Arenal”, dado que es de allí de donde se sacan grandes cantidades de ese material -arena- para la construcción, y esto provoca que en su extensión esté plagado de pozos gigantescos y sumamente traicioneros, a decir de quienes conocen muy bien el lugar. “Generalmente es utilizado para la pesca y poco para bañarse, ya que casi todos conocen que hay muchos pozos y a eso se le suma la corriente de agua, siempre es una mezcla peligrosa”, indicó ayer una alta fuente de la Prefectura Naval.
“La zona no está habilitada para bañistas. La gente suele ir a pescar. De hecho está alejada de la ciudad”, confirmó a época el comisario Claudio Fernández de la seccional Primera de aquella ciudad.
Lo cierto es que, a pesar de esos riesgos, los dos chicos se zambulleron, pero ninguno de los dos salió a la superficie. Algunos de los que llegaron con ellos advirtieron esta situación y comenzaron a pedir auxilio para rescatarlos. Un par de lugareños se arrojaron al riacho pudiendo rescatar sólo al adolescente de 17 años. Lo sacaron inconsciente y debieron practicarle RCP, logrando restablecerlo para luego trasladarlo hasta el hospital local.
El menor de 13 años no corrió con la misma suerte y, pese a que se lo buscó, su cuerpo ya no salió a la superficie. Recién cerca de las 14 y cuando personal de la Policía provincial y de la Prefectura Naval Argentina llegaron hasta la zona, fue cuando finalmente se pudo recuperar el cuerpo ya sin vida del niño.
Tras el rescate, su cadáver fue trasladado hacia el hospital local, donde tras ser examinado por los médicos, la Justicia dispuso que sea entregado a su familia para su inhumación. La comisaría Primera continúa ahora con las actuaciones judiciales del caso.
ÉPOCA