Los casos de violencia contra la mujer y de femicidio son lamentablemente noticia corriente en los últimos tiempos, en el día de hoy a través de Radio sudamericana un nuevo caso de «vida de terror» la vive Fiorella una joven correntina junto a sus hijitos.
Fiorella detalló el dramático epísodio que les tocó vivir a ella y a sus hijos el pasado fin de semana en una Plaza del Barrio Nuevo. Su ex pareja un hombre de apellido Pourcel, EL CUAL TIENE UNA PERIMETRAL DE 300 METROS se acercó la amenazó de muerte a ella y a sus hijos e intentó atropellarlos con la moto.
El violento hombre sin escrúpulos le dijo en ese momento: «YO TE DIJE QUE ESTO IBA A PASAR PORQUE NO ME IMPORTAN LAS DENUNCIAS».
“Mis hijos estaban en la hamaca cuando este hombre se acercó y agarró al más chico. Yo corrí para agarrarlo y se dio toda una situación muy fea, mi hijo lloraba y se puso muy nervioso”.
“Luego de agarrar a mi hijo, lo soltó, se pegó la vuelta y lo veo que con una moto intentó atropellarnos; si no fuera por un amigo que estaba con nosotros, la historia podría ser otra”, dijo la víctima.
Fiorella tiene apenas 26 años y con sus dos pequeños hijos vive una vida de terror, porque éste sujeto manifestó su deseo de dañarla, de quitarle la vida si fuese necesario, y viola la perimetral con total impunidad.
“Un día llegó a mi casa y estaba totalmente loco, loco mal. Llegó, me amenazó de muerte, me golpeó y le dijo a uno de mis hijos que lo iba a matar”, contó la aterrada mujer, quien debió llevar su situación a un medio local para hacerlo público y lograr así «un poco más» de protección.
Fiorella pide desesperadamente intervención de la justicia por miedo a que el sujeto cumpla su promesa, nosotros en tanto nos sumamos al pedido de la mujer, y rogamos que la solución llegue de inmediato.
Y nos preguntamos…hasta cuando seguiremos informando sobre hombres peligrosos que someten a sus víctimas y no solo a ellas, sino que también lastiman psicológicamente a criaturas y mientras tanto.. ¿Quiénes defienden a estas personas indefensas?
Cuantas Fiorellas hay allá afuera, indefensas junto a sus hijos rogando sobrevivir cada día…y nos volvemos a preguntar ¿Hasta cuando?