Intercedió en una discusión de pareja y terminó apuñalado

Sucedió en Salta y Costanera.

Un ciudadano colombiano resultó con una grave lesión en el hombro después de intentar evitar males mayores en una discusión entre una pareja. Todos los involucrados en el hecho se desempeñan como malabaristas y “trapitos” en la zona del cruce de Avenida Costanera y Salta. El agresor trató de escapar pero fue demorado por la Brigada de investigaciones.

Una tre­men­da pe­lea ocu­rrió ayer en la cos­ta­ne­ra de Ca­pi­tal, cuan­do dos mu­cha­chos que tra­ba­jan de lim­pia­vi­drios o “tra­pi­tos” se pe­le­a­ron en­tre sí, an­te lo cual uno de ellos ter­mi­nó he­ri­do con un ar­ma blan­ca, se­gún in­di­ca­ron las fuen­tes con­sul­ta­das. Por el ca­so fue de­te­ni­do el otro su­je­to, sin­di­ca­do co­mo el agre­sor.

La pe­lea ha­bría ocu­rri­do an­te la mi­ra­da de una gran can­ti­dad de per­so­nas, quie­nes fue­ron a dis­fru­tar de una tar­de tran­qui­la en la fa­mo­sa cos­ta­ne­ra de la ciu­dad de Co­rrien­tes. No obs­tan­te, la paz se in­te­rrum­pió cuan­do co­men­zó la pe­lea en­tre los mu­cha­chos, quie­nes son de na­cio­na­li­dad co­lom­bia­na.

La vio­len­cia se ha­bría de­sa­ta­do fren­te a la se­de de la Di­rec­ción de In­ves­ti­ga­ción Cri­mi­nal (DIC). Es­te da­to ha­ce que el ca­so re­sul­te in­só­li­to de­bi­do a que po­co le im­por­tó al agre­sor te­ner a la Po­li­cía tan cer­ca y no du­dó en ata­car al otro mu­cha­cho con un ar­ma blan­ca de gran ta­ma­ño.

Se­gún se pu­do ver en el si­tio del in­ci­den­te, el le­sio­na­do su­frió un cor­te de gran ta­ma­ño en el hom­bro iz­quier­do. Ade­más te­nía una he­ri­da pun­zo­cor­tan­te unos cen­tí­me­tros arri­ba de la te­ti­lla de­re­cha y otra en una de las cos­ti­llas.

Al ocu­rrir fren­te a la se­de po­li­cial, la Fuer­za rá­pi­da­men­te se ano­ti­ció de lo ocu­rri­do, por lo que gran can­ti­dad de agen­tes de dis­tin­tas áre­as, en­tre es­tos per­so­nal de la co­mi­sa­ría Pri­me­ra en­car­ga­da de la ju­ris­dic­ción lle­ga­ron con ra­pi­dez al si­tio. Co­mo se sa­bía que se tra­ta­ba de un in­ci­den­te ex­tre­ma­da­men­te vio­len­to, los po­li­cí­as fue­ron al si­tio pro­vis­tos de ar­mas lar­gas no le­ta­les pa­ra in­ti­mi­dar al pre­sun­to de agre­sor.

Si bien no se die­ron ma­yo­res de­ta­lles, se sos­tu­vo que el vio­len­to fue de­te­ni­do y tras­la­da­do a la co­mi­sa­rí­a, mien­tras que la víc­ti­ma que­dó en el lu­gar, sen­ta­do en la es­ca­le­ra del Mo­nu­men­to a la Ma­dre, a la es­pe­ra de una am­bu­lan­cia. El sos­pe­cho­so fue tras­la­da­do a la co­mi­sa­ría Pri­me­ra, por ra­zo­nes de ju­ris­dic­ción.

El he­ri­do fue lle­va­do en una am­bu­lan­cia de la Di­rec­ción de Emer­gen­cias 107 pa­ra que sea aten­di­do. Más allá de que se tra­tó de un he­cho gra­ve, que pu­do in­clu­so afec­tar a ter­ce­ros, la víc­ti­ma se en­cuen­tra fue­ra de pe­li­gro y re­ci­bió las cu­ra­cio­nes per­ti­nen­tes.

Foto y datos: Diario Época.