Hace unas semanas, una mujer del barrio de San Borja en la capital peruana se acercó a una persona en situación de calle. Al entablar conversación con él para ver cómo podía ayudarlo, notó que tenía acento argentino, lo que le llamó la atención.
Preocupado por su mala condición física lo acercó una estación policial con el fin de resguardarlo del frío. Al cotejar su historia se desató la sorpresa, Ariel habría desaparecido el 22 de enero del 2003 desde Buenos Aires y nunca más se supo de él.
El joven, tiene una enorme cicatriz en su frente que da cuenta de las malas condiciones en las que estuvo en los últimos años.
El joven dice no recordar su apellido y su dirección. Pese a esto fue llevado al consulado argentino en Lima que confirmó que se trata del compatriota extraviado.
A través de su cuenta de Facebook, la Embajada Argentina en Lima confirmó la identidad del joven, asimismo asegura que la situación de salud del hombre es delicada y que “será el Consulado General quién adoptará los pasos necesarios para preservar su salud y retornarlo con sus seres queridos”.
Ariel desapareció el 14 de enero de 2003, cuando volvía a su casa desde la casa de un amigo, en Capital Federal, pero nunca llegó.