Desde el sábado, cargar combustible es más caro y las subas oscilaron entre 0,72 y 1,60 pesos por litro. Sin dudas, esto impacta en quienes prestan servicio de transporte como remises, taxis y combis. Sin embargo, los precios de sus tarifas se mantendrán hasta julio.
El 13 de abril se implementó la última suba del remís y a partir de allí la mínima quedó en 33 pesos. Aunque este aumento de combustible significará una baja en la rentabilidad, la decisión de los trabajadores es mantener y esperar el posible incremento de combustible que se aplicaría en julio.
“Vamos a esperar la otra modificación que se dará en julio. Este mes vamos a absorber”, dijo Juan Castillo, titular de la Asociación de Remiseros, en una entrevista publbicada este martes por el matutino época.
Para el sector, el aumento de poco más de un peso por litro significa un golpe importante al bolsillo. “Es un valor importante lo que se va a perder. Por mes estamos calculando que serán unos 500 pesos menos”, indicó Castillo.
De acuerdo a las estimaciones, un remisero debe hacer hasta 30 viajes cortos por día para poder tener una recaudación considerable. Pero por los problemas en el tránsito, las frecuencias bajaron. “Antes, en hora pico se hacían hasta cuatro viajes de tarifa mínima y ahora sólo se llegan a hacer dos por la congestión en el tránsito”, explicó el referente de los remises.
Taxis
Los taxistas de la capital correntina mantendrán la misma postura que los remiseros y no aumentarán la tarifa durante este mes.
“Esperábamos el aumento del combustible pero en un menor porcentaje”, señaló el titular de la Unión de Taxistas de Corrientes, Nicomedes Espinoza.
Este sector aumentó su tarifa en la segunda quincena de abril y quedó con la mínima a 30 pesos. “Creo que mantendremos la tarifa y vamos a ver cómo se da el aumento de combustible de julio”, manifestó Espinoza.
La rentabilidad del sector es baja, ya que a la nueva tarifa del combustible se le suman los incrementos del service. “Cada 45 días se hace un service y estos también aumentan”, explicó. La estrategia de los trabajadores al volante es mantener las tarifas para que no baje la cantidad de viajes.
“Hasta el 35 por ciento de nuestra recaudación gastamos en combustibles”, señaló Espinoza.
Época