Desde ese momento, la Policía se ha mantenido en estado de «máxima alerta», a la búsqueda de dos vehículos (camioneta Toyota Hilux gris y auto Chevrolet blanco) y cinco personas, tres hombres y dos mujeres. La madre de una de las adolescentes acudió a la Policía.
Las estudiantes aportaron detalles que, apuntan a un intento de secuestro, a plena luz del día en una zona muy transitada.
INTERVIENEN POLICÍA Y JUSTICIA

Luego de lo sucedido surgieron datos oficiales. Lo importante es que tanto la Policía, como la Justicia, prestaron la debida atención relacionada al episodio en el capitalino barrio Serantes.
En una crónica publicada hoy, el diario época aporta mayores detalles de lo sucedido y dice lo siguiente: «La Po­li­cía in­ves­ti­ga un he­cho que fue de­nun­cia­do por tres ado­les­cen­tes, quie­nes se des­pla­za­ban a pie so­bre la ave­ni­da Cu­ba al 4.500.
Con­ta­ron a los efec­ti­vos que al lle­gar a la in­ter­sec­ción con ca­lle Pro­vin­cias Uni­das, dos ve­hí­cu­los que se­rí­an una ca­mio­ne­ta To­yo­ta Hi­lux co­lor gris, con vi­drios “que­bra­dos” y un au­to­mó­vil Che­vro­let Agi­le co­lor blan­co las in­ter­cep­ta­ron.
«Les ha­brí­an pre­gun­ta­do si que­rí­an su­bir pa­ra dar un pa­se­o”, si­tua­ción que asus­tó a las jo­ven­ci­tas, quie­nes co­rrie­ron pa­ra pe­dir ayu­da.
Se­gún pu­die­ron di­vi­sar “en la ca­mio­ne­ta se tras­la­da­ban tres hom­bres, uno de ellos te­nía ta­tua­jes vi­si­bles, un co­llar y an­te­o­jos, mien­tras que en el au­to­mó­vil iban dos mu­je­res, una ru­bia y otra mo­ro­cha” ex­pre­só una fuen­te ofi­cial.
Lo­gra­ron co­rrer y una de ellas fue quien avi­só a su ma­dre lo que les ha­bía ocu­rri­do.
La mu­jer de ape­lli­do Pu­chet­ta se acer­có jun­to a las chi­cas a ra­di­car la de­nun­cia an­te au­to­ri­da­des de la co­mi­sa­ría Vi­ge­si­mo­primera.
“Las jo­ven­ci­tas son es­tu­dian­tes de la es­cue­la Fray Jo­sé de la Quin­ta­na y se di­ri­gí­an a cla­ses”, agre­gó la voz ofi­cial.
Tras co­no­cer­se el ca­so, se dio un aler­ta a to­das las uni­da­des po­li­cia­les de la zo­na, a fin de dar con los ve­hí­cu­los in­vo­lu­cra­dos.
A pe­sar de un ras­tri­lla­je y ope­ra­ti­vo ce­rro­jo, los sos­pe­cho­sos no pu­die­ron ser ubi­ca­dos.
“De to­dos mo­dos con­ti­núa la bús­que­da de los su­pues­tos ro­da­dos a fin de es­cla­re­cer el he­cho.
La cau­sa fue ca­ra­tu­la­da co­mo “pri­va­ción ile­gi­ti­ma de la li­ber­tad en gra­do de ten­ta­ti­va”.
In­ter­vi­no el Juz­ga­do Co­rrec­cio­nal 2 y se es­ta­ba a la es­pe­ra de si las ado­les­cen­tes po­dí­an iden­ti­fi­car a los sos­pe­cho­sos, pa­ra la re­a­li­za­ción de un iden­ti­kit.
Lue­go de que la de­nun­cia de las es­tu­dian­tes se con­cre­tó, co­mu­ni­ca­ron a su gru­po de ami­gos lo que ha­bía pa­sa­do. Di­cha in­for­ma­ción no tar­dó en lle­gar a las re­des so­cia­les pa­ra tra­tar de lo­ca­li­zar a los sos­pe­cho­sos y a la vez de es­tar aler­tas por la apa­ri­ción de los ve­hí­cu­los.
La Po­li­cía cuen­ta con ma­yo­res des­crip­cio­nes co­mo cha­pa pa­ten­te y ca­rac­te­rís­ti­cas fí­si­cas de los ocu­pan­tes, pro­por­cio­na­das por las jo­ven­ci­tas».

Fuente: Todo Policiales