Silvia, de 38 años, afirmó que no sabía de su embarazo porque toma una medicación que le impide tener su período menstrual.
Todo comenzó en la madrugada del jueves, cuando se descompuso y su marido la acompañó caminando hasta el hospital, pero el dolor le impidió seguir y él salió corriendo a pedir asistencia.

Para cuando el hombre llegó a la esquina de Arieta y San Martín con la ambulancia, el bebé de 38 semanas ya había nacido.
La mamá, que se encontraba asustada y con un ataque de nervios, se encontró en una instante rodeada por varios perros que le ladraban y hacían llorar al recién nacido.
Según fuentes, el bebé se sobrepuso a esa circunstancia poco habitual en las que fue dado a luz y se encuentra recuperándose en el hospital Choele Choel.