Fue formada por un brasileño y un argentino. «Desde la muerte de Grondona y el FIFA Gate, no nos atendieron más el teléfono», el reclamo de Pablo Silva, quien conoció a su socio brasileño en 2010 e impulsó un producto que ayudó a perfeccionar el deporte. Don Julio, mano derecha del suizo Joseph Blatter (ex presidente de la FIFA), fue una pieza importante para su impulso, pero al parecer las puertas se cerraron desde el arribo de Gianni Infantino, flamante mandatario de la casa madre del fútbol.Lo concreto es que los inventores patentaron la fórmula y su utilización y ahora reclaman un resarcimiento económico por daños y perjuicios: demandaron a la FIFA por 100 millones de dólares. «Fuimos demasiado tolerantes», dice Silva, quien recuerda que el 9.15 Fair Play Limit (tal como está registrado) fue usado por los árbitros en el último mundial y que ellos fueron los que proveyeron de forma gratuita unas 300 latas, pese a que el logo de su compañía fue tapado.Ahora, los abogados de la FIFA aseguran que no existen patentes que les correspondan a Allemagne y Silva, pero un tribunal de Río de Janeiro (ciudad en la que fue registrada la demanda por ser la principal sede del Mundial) a cargo del juez Ricardo Lafayette Campos reconoció las mismas en 44 países y ordenó que el spray se deje de utilizar en partidos que estén bajo la órbita de la FIFA, caso contrario, se expondrá a una pena de 15.000 dólares por cada uno.
«No pedimos ni más ni menos que se nos reconozca el trabajo hecho. Si la FIFA no quiere hacerlo por su cuenta, bueno, lo hará la Justicia como lo está haciendo», recalco el argentino.