Una desagradable sorpresa (al menos al principio) se llevó Alma Gabriela Barboza, al desarmar unos almohadones que compró en un local ubicado en Junín y La Rioja. La joven percibió un extraño relleno, y decidió abrirlos, comprobando que el contenido interno estaba compuesto por restos de pañales. La firma local se comunicó con Alma para aclarar que la empresa que comercializa los almohadones utiliza pañales limpios que salen con fallas.
Desde la firma Zoom (local ubicado en Junín y La Rioja) se envió un comunicado a Alma Barboza: «a raíz de la misma publicación nos comunicamos con el proveedor de este articulo. Los cubresillas están rellenos de descartes de pañales de Pampers, producción de ellos con fallas, de ninguna manera ese relleno esta sucio: es solo material de descarte por fallas»
«De todas maneras nosotros no estábamos al tanto que el relleno fuera de pañales, y retiramos el articulo de nuestros locales. El proveedor nos invitó a la fábrica para ver el procesos de producción para que nos quedáramos tranquilos, lamentablemente esta se viralizo, exponiendo al proveedor. Nosotros contamos con 350 proveedores y tenemos mas de 80 locales en el país»