Aparentemente el padre de la niña, su pareja y la pequeña, todos oriundos de Mar del Plata, vivían en una carpa, y hacían malabares en las esquinas céntricas.
Según las primeras averiguaciones, los mencionados la habrían golpeado hasta la muerte y en la desesperación la habrían enterrado en las costas del río Uruguay en la localidad correntina de Santo Tomé y luego se dieron a la fuga.
La búsqueda por parte de los efectivos de la Policía de Corrientes, Prefectura, Gendarmería y perros especializados continúa por estas horas, la cual se originó tras una denuncia radicada en Buenos Aires por la madre biológica de la niña