Una gran expectativa existe ante el futuro de la CGT, luego de la marcha prevista para hoy, donde se esperan ausencias por disconformidad junto a un apremiante paro nacional contra el Gobierno.
La protesta sería a Plaza de Mayo y develara el poderío de Hugo Moyano y sus aliados que esperan hegemonizar un próximo reordenamiento de la organización con el eventual fin del triunvirato y su reemplazo por un jefe en soledad. Hasta anoche estaba previsto que sólo hablará el portuario Juan Carlos Schmid, que reporta en lo formal al camionero.
En vista al palco se podrá saber el destino a corto plazo de la CGT: una presencia mayoritaria de los miembros del Consejo Directivo será una señal a favor del sostén de la frágil unidad interna, en tanto que las ausencias de varios dirigentes de peso, como se prevé que sucederá, dará una pauta inequívoca de una ruptura en ciernes.