Una mujer, residente del distrito Hsinchu, obtuvo el divorcio luego de que demostrara que le había estado mandando mensajes a su marido a través del servicio de mensajería Line y que éste la había ignorado.
En la aplicación se podía ver que el hombre había recibido los mensajes pero no los había contestado. En otras palabras, le había clavado el visto, tal como ocurre en WhatsApp.
Al parecer, ni bien la pareja se fue a vivir a la casa que el hombre de 40 años compartía con su madre, hermano menor y su cuñada, la señora Lin, de 50 años, tuvo que hacerse cargo de la totalidad de los gastos de la familia.
Como si eso fuera poco, la mujer aseguró que su familia política era poco amigable con ella. Y en ese sentido contó que incluso controlaban cuánto tiempo pasaba en la ducha.
En este contexto hostil, los mensajes ignorados fueron la gota que rebalsó el vaso. Y un claro indicio de que las cosas entre la pareja no funcionaban bien.
Los mensajes de Line fueron una evidencia importante. Dan cuenta del estado en que estaba el matrimonio, y que las partes no tenían una buena comunicación, remarcó la jueza.
Ahora hay que esperar si el señor Lin apela el fallo aunque, al parecer, el hombre no estaría muy interesado en hacerlo. De hecho, según mencionó la jueza, ni siquiera compareció ante el tribunal cuando fue citado a dar su testimonio y tampoco respondió a ninguna de las notificaciones enviadas.