El presidente Mauricio Macri instruyó a sus funcionarios y dirigentes de Cambiemos para que no se mezclen los actos de gobierno con el proceso electoral, que los candidatos no usen el aparato del Estado y que el financiamiento de la campaña sea directo y transparente.
Macri está convencido de que sólo bajo estas directivas Cambiemos podrá encarar lo que ya muchos llaman una «campaña limpia». Es decir, un proceso electoral sin escándalos ni hechos de corrupción que salpiquen al oficialismo.
«Hay que cuidarse mucho y no caer en errores como usar transportes del Estado para hacer campaña o cortar cintas con candidatos», señaló a Infobae un funcionario de la Casa Rosada que ratificó la orden presidencial que se empezó a impartir en los últimos días.