La NASA en la Argentina. Ya de por sí la sentencia intriga. ¿A que vinieron los científicos de la agencia espacial más importante del mundo? ¿Qué objeto persiguen? Las respuestas se enmarcan dentro de un programa ambicioso: Nuevos Horizontes, que busca explorar los límites del sistema solar.
La doctora Adriana Ocampo Uria, ejecutiva en las oficinas directivas de la NASA en la División de Ciencias Planetarias, estuvo a cargo de la presentación del proyecto, cuyo objetivo principal fue indagar en Plutón. «Como especie hemos ido a todos los objetos de nuestro sistema solar. Cuando la misión se lanzó el 19 de enero de 2006 sabíamos muy poco del planeta», dijo en una charla en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en la que Infobae estuvo presente.
Nuevos Horizontes marcó un hito: fue la nave más rápido construida por el ser humano. Viaja a 14 kilómetros por segundo. A las 9 horas de ser lanzada, ya estaba en la Luna cuando Apollo había tardado 3 días en llegar. En febrero de 2007, ya orbitaba Júpiter; una tarea que suele demandar 5 años. En ese entonces, se sirvió del campo gravitacional para reorientar su dirección hacia Plutón. Su llegada, en 2015.
Hasta antes de la misión, la mejor fotografía que había de Plutón eran algunos manchones blancos y negros indescifrables. Nuevos Horizontes logró una captura nítida que permitió ahondar en un planeta casi desconocido. «El objetivo de la misión era explorar algo que nunca nadie había hecho antes. Básicamente se quería mapear su superficie, su morfología, su luna caronte y su atmósfera. Lo considerábamos un planeta muerto y nos sorprendió», comentó Ocampo.
Gracias a las nuevas imágenes, lograron determinar que un día en Plutón equivale 6.4 días terrestres. Un año implican 246 en la Tierra. Tiene un diámetro de 2.376 kilómetros y una gran sorpresa: una abundancia impensada de agua en forma de hielo, montañas y grandes glaciares. Con respecto a su antigüedad, sus 1.070 cráteres indican 4 mil millones de años.
A su vez, descubrieron que su luna -caronte- tiene casi la mitad del diámetro de Plutón. Comprobaron que no se trata de planetas dobles, como esbozaba una hipótesis, sino que son entidades separadas. No solo eso, sino que también localizaron otras cuatro lunas hasta entonces desconocidas. «El sistema plutoniano se volvió mucho más complejo de lo que creíamos», remarcó la disertante.
La teoría vigente dice que dos o quizás cuatro de las lunas son el resultado de la aglutinación de otros cuerpos más pequeños. Es decir que, casi con seguridad, Plutón tuvo muchas más lunas en el pasado. El pequeño planeta y caronte están sincronizados en su rotación, lo que implica que surgieron en el mismo momento. Las otras cuatro emergieron tiempo después.
«Antes nos enseñaban que había cuatro planetas terrestres y cuatro gaseosos y que Plutón no encajaba en ninguna de las dos categorías. Ahora, gracias a nuevos horizontes, sabemos que se trata de un planeta pequeño, pero no muerto. Todo lo contrario. Por su movimiento, notamos que está activo y en constante evolución», describió la ejecutiva de la NASA.
Las fotografías muestran un planeta, en general, rojo. Su tonalidad se debe a los tolinos, moléculas orgánicas complejas que al ser expuestas a la radiación ultravioleta toman ese color. Pese al rojo, su temperatura es gélida: -233 grados centígrados en su superficie, arrojó la misión que ya cumplió su fase primordial de explorar Plutón.
La misión en Argentina
En septiembre de 2015, una vez superado el gran objetivo, el equipo le propuso a la NASA dos nuevas metas, entre las que estaba la exploración del asteroide MU69. «Al asteroide lo venimos monitoreando y tiene su intersección con la Tierra. Queremos estudiarlo, saber su composición, sus propiedades mecánicas del suelo, en el caso de que tengamos que mitigar en el próximo siglo», sostuvo Ocampo.
El objetivo fue aprobado por la NASA. Nuevos Horizontes, que ya recorrió más de 5 mil millones de kilómetros en 10 años, se encuentra en el cordón de Kuiper y pasará por el «pequeño mundo MU69», tal como denominó la experta.
Hasta el momento se sabe muy poco de MU69. Estiman que tiene un diámetro de 22 a 44 kilómetros, que es un asteroide clásico, bien frío, potencialmente uno de los más antiguos. La NASA decidió trasladarse a Argentina para observar un fenómeno clave para la exploración del pequeño mundo.
Los científicos se trasladaron para observar la ocultación estelar del asteroide (iStock)
Los científicos se trasladaron para observar la ocultación estelar del asteroide (iStock)
El 3 de junio, los científicos observaron desde Mendoza su ocultación estelar. El MU69 pasó enfrente de una estrella y la sombra se desplegó por Mendoza, pasó por La Pampa y llegó hasta Sudáfrica. «Duró dos segundos y fue lo que tratamos de capturar con 12 telescopios en Mendoza y otros 12 en Sudáfrica. Fue un reto muy grande porque 5 provincias estuvieron alertadas», enfatizó.
A su favor tuvieron las condiciones climáticas. El cielo despejado facilitó su observación con mayor nitidez. Cuanto más brillante es la estrella, más sencilla será su medición. Buscan determinar si MU69 tiene anillos, su morfología, su tamaño, si tiene pequeñas lunas o no y la reflexión de su superficie, lo cual aportará información crucial para asegurar el éxito de la misión que se aproximará al asteroide en enero de 2019.
La segunda observación será más ambiciosa aún. Del 10 al 19 de julio de 2017, la NASA enviará 56 científicos y otros 13 telescopios más, completando un total de 24 telescopios. Tendrá lugar en la Patagonia. El 17, el punto cúlmine del fenómeno, será desde Comodoro Rivadavia. «Cada una de estas observaciones son críticas. Queremos que la nave llegue hasta más allá del sistema solar ya que tiene una vida útil de 80 años», dijo Ocampo, quien se entusiasmó: «Vamos a llegar a MU vía Argentina».